Mientras el mundo corre, en el centro de la plaza hay unos loquitos en rueda, que hacen una especie de danza en cámara lenta. En el centro, el maestro da las instrucciones en el más absoluto silencio. Ajenos a todo, ellos sólo escuchan el ruido del aire en las hojas de los árboles. Sus rostros reflejan con alegría el calor del sol. Están practicando tai chi.

Los adultos más o menos mayores buscamos engancharnos en la  actividad física. Por el mismo precio pretendemos relajarnos; encontrarnos a nosotros mismos; algo que nos ayude a dejar de fumar y las pastillas, o a bajar de peso; que nos haga soportar la artrosis o que nos haga reír... Los adolescentes necesitan parar un poco, salir de la dispersión o saber que hay vida fuera de Facebook. Los chicos en edad escolar hiperkinéticos en la escuela necesitan un poco de calma.  

En el 85, el profesor Alberto Jiménez vino a difundir las artes marciales cuando no se conocían en Tucumán. En 2000 comenzó a dar talleres de verano de tai chi en la UNT y entonces comenzó a hacerse masivo. "Hoy en día a Kai Men (su escuela) asisten más de 500 alumnos, sin límite de edad. En su esencia es un arte marcial. Con el tiempo se descubre que es muy bueno para la salud. En nuestra  academia se lo enseña con todos los componentes, que suman el chuan  (boxeo, defensa personal). Se lo considera un arte supremo porque se puede practicar como arte marcial o como disciplina terapéutica", explica. 

Camino

El sifu (maestro) sostiene que la disciplina requiere de paciencia porque es un camino de vida y los resultados requieren de tiempo. "El cuerpo debe fortalecerse, mejorar la coordinación. Y la mente tiene que regularse para manejar la respiración -señala-. Es importante aprender los principios básicos de la filosofía (del Tao) en que se basa. Se puede practicar en soledad y en grupo. Favorece a la integración de las personas, que se encuentran para disfrutar del tai chi". 

Rodríguez recomienda practicar al alba, porque el aire está más puro y hay más silencio. "Quince minutos a la mañana y 15' antes de dormir son suficientes para un principiante", afirma.   

Otra escuela

En 2000, la escuela de Pakua tenía el foco en el arte marcial como práctica física. Hoy tienen cinco filiales en capital, una en Banda del Río Salí y una en Monteagudo. Cada una reúne a entre 80 y 100 alumnos. "En 2002 el sifu me dijo: se vienen muchos cambios en la sociedad. En el tai chi, con el fluir de la energía uno aprende a conocerse, y ayuda a la gente a resolver sus problemas sin alterarse", explica el maestro Federico Stiefkens. "Desde entonces el arte marcial no es lo más buscado sino tai chi y yoga. Y no solo con fin terapéutico sino más espiritual. Buscan encontrarse y hacer algo que los haga sentir mejor, aprender a manejar respiración y emociones, a no dejar que los afecte tanto el ritmo de vida actual. El tai chi es la llave para abrir esa puerta", resalta.

Beneficios

El maestro habla de las comprobaciones científicas de los múltiples beneficios en la salud. "Lo veo en mis alumnos: a nivel personal hay un crecimiento, desde corregir la postura hasta lo más profundo, como de verlos disfrutar de cada día", comenta. 

"Si bien los orientales los arrullan con Lao Tse y a nosotros esos conocimientos milenarios nos llegan tarde, ello no obsta para que  a través de la vivencia nuestros  resultados sean óptimos -advierte-. Al ser personalizada la enseñanza, te doy las herramientas para que tu semana pueda fluir. No trabajamos con música en la clase porque es energía externa. La idea es que uno saque la música de su interior".  

Como el fluir del agua en el río

Tai (supremo) chi (energía universal) chüan (marcial). El origen es el I Ching o libro de los cambios. En él se dice que todo está en continuo cambio, y que todo lo que está vivo está en constante transformación. El tai chi enseña que lo más importante en la vida es la actitud de apertura al cambio, como el fluir del agua en un río.



Salud, diversión y paz

- Mirada adolescente.- "Me da mucha fuerza de voluntad y cariño por lo que hago. Hago otras artes marciales, pero esta es especial: aporta claridad, tranquilidad, me genera menos dispersión y me permite estar menos horas en Facebook. Además, vienen otros chicos; algunos tienen 12 años". (Berenice, 15 años)

- Sin límite de edad.- "Practico desde hace 11 años. Me ha dado salud, bienestar y serenidad. Fortalece los huesos, relaja los músculos y regula el sistema respiratorio. Se puede practicar a cualquier edad. Genera un mejoramiento notable en la calidad de vida. Además, repara el espíritu". (Luis, 83 años)

- Desde adentro hacia afuera.- Soy instructor de artes marciales y practico armas de corte. Mejora la flexibilidad. Es una manera de ejercitar de adentro hacia afuera. Me da equilibrio". (Sebastián, 19)

- Se aprende con el cuerpo.- "Hace 12 años vi a un señor que enseñaba una disciplina de movimientos blandos que yo no conocía. Le pedí información y el maestro me dijo: 'Le puedo dar un libro, pero el tai chi se aprende practicando'. Es que los conceptos racionales e intelectuales quedan de lado. Se aprende a través del cuerpo, porque es relajando el cuerpo como podemos relajar nuestros pensamientos". (Maricel, 59)

- En contacto con la naturaleza.- "Una ventaja es que se puede practicar en contacto con la naturaleza. La conexión que se produce es muy fuerte y la energía entre la naturaleza y la persona fluye". (Gonzalo, 21 años)

- Relajante.- "Tengo esclerodermia; es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por el exceso de colágeno en la piel. En una fundación de Buenos Aires me recomendaron hacer tai chi. Hace un año que lo hago, es relajante y me siento muy bien". (María, 35 años).

- El complemento perfecto.-
"Busco armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Practico yoga y este es mi complemento; se potencian los dos". (Karina, de 36 años).

- El mejor postoperatorio.- "Hace siete meses me operaron a corazón abierto. A los 45 días de la operación retomé la práctica y me ayudó muchísimo en la recuperación". (Walter, 56 años)

encantada.- "No tengo ningún problema de salud, pero me encanta. Hace cinco años que practico". (María del Carmen, 62 años)

- Equilibrio.- "Me di cuenta de que tenía un desequilibrio corporal; me tropezaba, me caía a cada rato. Tomé conciencia de la asimetría de mi cuerpo. Gracias a esto fui logrando equilibrio y armonía. Soy celíaca, hago tratamiento y he reducido la anemia crónica". (Carmen, 59 años)

- Otras artes.- "Hago tai chi desde hace cinco años y practico kung fu. Es el complemento ideal". (Julio, 43 años).

Pakua
www.wpkfpakua.com.ar
Central, en 24 de Septiembre 1147, teléfono 4307050. También en av. Aconquija 2178, Mate de Luna 3363, Congreso 350 y Las Piedras 1648.

Asociación Aroué
Centro Auam
Yoga y tai chi para la evolución del individuo. Don Bosco 1450. Teléfono (0381)-421-9732 www.centroauam.blogspot.com.

Kai Men 
En la Panislámica y en otras sedes 
Kai significa abrir, Men es puertas. En la Asociacion Cultural Y Culto Pan Islamica. Santiago Del Estero 761, teléfono 381 421956.